domingo, 23 de noviembre de 2008

Cine mudo

Por: Amante de la cultura y las artes

La idea de combinar las imágenes con sonido grabado es casi tan vieja como la cinematografía en sí, pero hasta finales de los 20, la mayoría de las películas eran mudas. Este periodo anterior a la introducción del sonido, a través del sistema Vitaphone, se conoce como la "era muda" o el "período silente".

Después de el estreno de la película El cantante de jazz, las películas habladas se volvieron más y más triviales, y diez años despues el cine mudo practicamente desapareció. La era del cine mudo a menudo es referida como "La Edad de la Pantalla de Plata".

La primera película muda fue creada por Louis Le Prince em 1888. Era un filme de dos segundos que mostraba a dos personas caminando alrededor del jardín Oakwood Grange, se tituló El Jardín de Roundhay.

El pionero director de cine francés Abel Gance fue el cerebro que creó muchas de las mejores películas mudas de las décadas de 1910 y 1920. Dos de sus películas de los años veinte, la épica La rueda (1923) y Napoleón (1927), sobresalen de modo especial por el innovador trabajo de cámara. Más tarde utilizó el efecto de triple pantalla llamado Polyvisión.

El arte de la cinematografía alcanzó su plena madurez antes de la aparición de las películas con sonido, a finales de los años 20. Muchos eruditos sostienen que la calidad estética del cine disminuyó por varios años hasta que directores, agentes y el personal de la producción adaptaron al nuevo "cine hablado". La calidad visual de las películas silenciosas -especialmente las producidas durante los años 20- era a menudo extremadamente alta. Sin embargo, hay una falsa y muy frecuente idea, de que estas películas eran primitivas y apenas visibles comparadas con los estándares modernos. Esta falsa concepción es debido a que tales películas presentaban errores técnicos (tales como películas que son repetidas a la velocidad incorrecta) y debido a la condición deteriorada de muchas películas mudas (muchas grabaciones existen solamente gracias a las copias de la segunda o aún tercera generación que fueron hechas, debido a que el filme original estaba ya dañado y descuidado).

Uno de los exponentes más sobresalientes de cine mudo fue Chaplin, quien era un cómico genial cuyos trabajos darían brillo a la pantalla. Su sola presencia era suficiente para asegurar el éxito comercial de una película. Fue la primera estrella internacional y una leyenda viva desde su juventud, rompiendo con cada nueva producción los récords de taquilla anteriores. Su personaje del vagabundo Charlot mezclaba de una forma única la comedia sentimental, la sátira social y el patetismo de la naturaleza humana, convirtiéndose en un arquetipo universal. Este personaje fue creciendo a lo largo de sus películas El vagabundo (1915), Vida de perros (1918), El chico (1921) y La quimera del oro (1925). Con la llegada del sonoro, los productores se niegan a estrenar Luces de la ciudad (1931), pero él lo hace por su propia cuenta y vuelve a romper todos los récords de taquilla, éxito que repite con Tiempos modernos (1936), sátira contra la automatización del trabajo, y El gran dictador (1940), primer filme hablado de Chaplin, una oportuna burla de los dictadores de aquella época que le trae, sin embargo, enemistades entre los sectores más reaccionarios del poder estadounidense, obligándole a abandonar el país en la década de 1950, cuando la `caza de brujas' promovida por McCarthy siembra la sospecha y la desconfianza hacia los cineastas progresistas. Mucho antes, en 1919, tras sus primeros éxitos, Chaplin, junto con D. W. Griffith y los dos actores más famosos del momento, Mary Pickford y Douglas Fairbanks, habrá formado la productora United Artists, precursora del star system —aunque en su caso y el de Griffith además de estrellas eran los auténticos creadores y productores—, e iniciadora de la época de oro del cine mudo en Estados Unidos.

Otra exponente del cine mudo fue Greta Garbo, quien empezó su carrera en la época del cine mudo, y su paso al cine sonoro se produjo con éxito a principios de la década de 1930. Sus principales películas fueron Mata Hari (1932), Ana Karenina (1935) y Ninotchka (1939). Esta última se promocionó con la frase "¡Garbo sonríe!" debido a que era una estrella conocida por su talante serio. El fotógrafo Edward Steichen le hizo esta fotografía en 1928 para la revista Vanity Fair.

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